El ritmo de vida acelerado que hemos normalizado, poco a poco nos ha llevado a debilitar y reducir la importancia de la conexión mente-cuerpo, impactando así negativamente nuestra salud y bienestar. Las terapias ofrecen una alternativa concreta hacia el equilibrio, promoviendo una sanación profunda, desde el interior. En este artículo te explico cómo.
Aquí te dejo un bosquejo de los puntos que he desarrollado para que lo explores:
- ¿Cuál es el origen de este concepto?
- ¿Qué es la conexión mente-cuerpo?
- ¿Qué rol tienen las emociones en esta conexión?
- ¿Cuáles son algunos síntomas de desconexión?
- ¿Cómo las terapias holísticas pueden ayudar?
- Ejercicio práctico de conexión
- Pensamientos finales
¿Cuál es el origen de este concepto?
La idea de que somos mente, cuerpo y espíritu no se la inventaron ayer, esta idea ha resonado durante varias generaciones y es muy común escucharla dentro de un ámbito religioso y espiritual. Sin embargo, la conexión mente-cuerpo va más allá del ámbito de la fe, también influye sobre nuestra salud integral y bienestar.
Creo firmemente que el ser humano, en su búsqueda de significado y propósito puede crear y asociar ideas que apoyen sus creencias sobre la vida y nuestro papel aquí. Así que validamos aquello que “nos hace sentido” y aquello que no, tendemos a descartarlo, por lo que no me sorprende que haya personas que no duden de esta conexión o la encajonen a una dimensión reducida.
Sin embargo, no creo que esta conexión mente-cuerpo sea sólo una idea sin fundamento. Si lo piensas bien, todo lo que hemos creado con nuestras manos, primero ha sido creado en nuestra mente. Es decir, para que algo haya existido o exista de una forma tangible, primero fue una idea en la mente de alguien.
Si aplicamos ese mismo concepto al ser humano como materia, como un individuo tangible, entonces debemos pensar que existe una mente que pensó y eventualmente encarnó o corporeizó al ser humano en este plano tridimensional. Entonces, nosotros como entes independientes y mentales, también podemos materializar nuestras ideas con el poder de la conexión mente-cuerpo.
Posiblemente conozcas una historia increíble donde una persona logró lo que creemos imposible en un acto sobrenatural. De lo que sé, estos casos se han dado bajo una abrupta oleada de adrenalina o en un proceso o evento de meditación profunda.
Entonces, ¿puede la mente superar la biología? Estoy convencida de que sí y de hecho creo que es más común de lo que pensamos, pues el mismo movimiento de nuestro cuerpo es una respuesta a nuestra intención, que está ahí tan “dada por sentada” y normalizada que no olvidamos apreciarla.
¿Qué es la conexión mente-cuerpo?
Ahora bien, tenemos un cuerpo y sabemos que podemos pensar, así que damos por válido que tenemos una mente. ¿Pero qué es en realidad la mente? Si lo primero que te vino a la mente fue la imagen del cerebro, quizás es porque por mucho tiempo se ha asociado a la mente como la interacción entre el cerebro y el sistema nervioso.
Sin embargo, en el plano del holismo la mente comprende mucho más que eso. La mente puede ser definida como el conjunto de pensamientos, sentimientos y creencias que influyen sobre tu vida.
En temas de mentalidad, se habla de la mente consciente que es aquella a la que tenemos acceso a través del pensamiento crítico y la reflexión, aquella que puede aceptar y rechazar una idea. De la mente inconsciente se dice que es aquella que se encarga de correr todas las funciones que sostienen la vida y de apoyar la perspectiva que tenemos sobre la misma.
En el holismo, no se puede separar una de la otra, pues todo lo que somos trabaja en sintonía como una unidad, así que esta separación no es real y solo se hace con fines de desarrollar estos conceptos.
Entonces, la conexión mente-cuerpo es la relación dinámica que existe entre nuestros pensamientos, emociones y creencias y nuestro bienestar físico e integral. Entonces, nuestra mente influye sobre nuestro cuerpo y viceversa.
La conexión mente-cuerpo afecta todas las áreas de nuestra vida, desde la forma de vernos e identificarnos a nosotros mismos, las relaciones personales, el ámbito laboral, la salud, la espiritualidad, la toma de decisiones e incluso la capacidad de poner límites claros y bien definidos. Cuando se da un desequilibrio en alguna de las partes que comprenden el todo, como existen en una relación de interconexión e interdependencia, el resto de las partes también se afecta.
En un ejemplo sencillo, cuando acumulamos el estrés en nuestro cuerpo, aunque el estrés en sí mismo no es tangible, puede por ejemplo manifestarse en el cuerpo en forma de tensiones musculares, dolores de cabeza o migrañas. Con un fuerte dolor de cabeza, la persona no está apta para producir un buen trabajo y probablemente se mostrará irritable, lo que puede ocasionar situaciones incómodas y conflictivas en sus relaciones. Todo se conecta y depende entre sí.
Sin embargo, podemos imprimir la mente subconsciente con hábitos que apoyen nuestro equilibrio interno y bienestar integral desarrollando hábitos de autocuidado e integrando prácticas holísticas en nuestro estilo de vida.
¿Qué rol tienen las emociones en esta conexión?
Las emociones en el holismo son tan importantes como los pensamientos y creencias. De hecho, en este campo, muchos especialistas le dan un fuerte protagonismo a las emociones y piensan que es el cuerpo emocional en donde se originan mayormente los desbalances.
A ver, una misma idea puede generar un abanico de reacciones de persona a persona que son desembocadas por una emoción particular. Esa emoción se dispara según nuestros valores, creencias, sentido de pertenencia e identidad, traumas, trabajo interior que hagamos hecho y otros tantos factores.
Las emociones en sí mismas no son buenas ni malas. Parte de la experiencia de la vida es permitirse sentir y conectar con lo que sentimos. El problema está cuando no sabemos gestionarlas y cuando estamos expuestos tanto interna (nuestros propios pensamientos) o externamente (pensamientos de otras personas) a ideas que nos generan sentimientos de malestar por mucho tiempo (y a veces hasta de forma insostenible).
Reprimir, suprimir o sentir una necesidad de ventilar las emociones repetidamente producen un desequilibrio emocional en nuestra armonía que con el tiempo, si no es atendido, se traduce a la enfermedad. Este es uno de los fundamentos del holismo, toda enfermedad o desequilibrio tiene su raíz en la mente y/o las emociones.
El mundo invisible crea el mundo visible. Esto también hace resonancia con la Ley de Causa y Efecto. Lo que experimentamos hoy es el efecto de lo que creamos en el ayer con nuestros pensamientos, sentimientos y acciones (o inacciones). Así que, cuando tienes el control de lo que piensas, lo que sientes y lo que haces, tienes el poder de crear una vida más alineada a lo que realmente quieres y deseas experimentar.
¿Cuáles son algunos síntomas de desconexión?
La desconexión mente-cuerpo puede darse cuando no estamos conscientes de nuestros propios pensamientos, sentimientos ni las manifestaciones de malestar (o placer) en nuestro cuerpo. Estar desconectados no sólo da pie a un desequilibrio que puede agravarse con el tiempo, también se presenta como una falta de coherencia entre lo que expresamos y lo que hacemos.
¿Te has dado con una persona que te dice que está tranquila o relajada mientras se mueve de forma ansiosa, o tiene un tic nervioso o te lo expresa con voz elevada? Es incongruente.
Devaluar o reducir a insignificante nuestros pensamientos, sentimientos y cuerpo físico son la mayor causa de desconexión en estos días. En un mundo donde lo que no se ve no existe y si no lo puedes probar es falso, esta percepción reduccionista y atropellada de lo que algunos creen que es la vida nos está llevando al borde del precipicio como humanidad y está arrasando con nuestra salud integral.
Si llevas un ritmo de vida ajetreado, es probable que experimentes algunos síntomas de desconexión como lo son:
- Insomnio
- Dolores crónicos inexplicables
- Problemas digestivos
- Irritabilidad
- Fatiga constante
¿Cómo las terapias holísticas pueden ayudar?
El holismo busca reconocer la importancia de lo que pensamos, sentimos y hacemos, visto todo como unidad armoniosa, funcional y coherente. Tampoco nos reduce solo a eso, pues otro de sus fundamentos es que somos más que la suma de todas las partes. Es decir, todo lo que somos se integra en una sinergía que va más allá de las partes individuales.
Si piensas en un bizcocho (pastel), este postre lleva harina, huevos, azúcar, leche pero una vez estos ingredientes se integran y pasan por cierto proceso, el bizcocho que resulta es un producto de valor añadido, es la elevación de la combinación de estos ingredientes y su proceso.
En este contexto, las terapias holísticas vienen a armonizar las partes para sostener una sinergía que existe en equilibrio con la vitalidad, el orden, la belleza, la abundancia, la paz, la compasión y toda cosa buena que damos por bien-estar.
Practicar el autocuidado y un estilo de vida holístico apoya la vida y más que eso, apoya una vida plena que te nutre a ti y se transfiere a todo tu entorno y relaciones. Con esto me refiero a que no podemos dar lo que no tenemos: personas saludables crean entornos de salud; personas felices, crean entornos de felicidad; personas pacíficas crean espacios de calma.
Lo que quieras crear durante tu vida en este plano, debes crearlo primero en ti.
Terapias como Reiki, cupping, reflexología o un buen masaje terapéutico pueden ayudarte a liberar bloqueos energéticos y emocionales, promoviendo un bienestar más profundo y duradero.
A medida que sigas cuidando de ti, estarás mejor equipado para enfrentar los desafíos de la vida con mayor claridad y calma.
Ejercicio práctico de conexión
Aquí te comparto un ejercicio práctico, corto y sencillo para apoyarte si sientes que tu conexión mente-cuerpo está descuidada o reducida. Necesitarás de 3-5 minutos para completarlo. Léelo primero y luego ponlo en práctica.
Con la intención sincera de conectar con tu cuerpo, cierra tus ojos y coloca tus manos sobre tu corazón.
Toma una respiración profunda y siente la gratitud de tu cuerpo mientras exhalas, pues lo estás alimentando con oxígeno que es vida para tu cuerpo.
Continúa respirando lentamente y comienza a escanear tu cuerpo de cabeza a pies con calma.
Hazte consciente de las áreas de atención de tu cuerpo.
Identifica 2 o 3 áreas de mayor necesidad, ¿qué sientes? ¿qué necesitan?
Pregúntale a tu ser qué emociones podrías estar guardando allí. Si no recibes una respuesta inmediata, no te preocupes, confía que la respuesta llegará en algún momento.
Agradece a tu cuerpo por la información y todo lo que hace por ti y cierra con una última respiración profunda.
*Este ejercicio puedes modificarlo y usarlo como una herramienta de autorregulación emocional
Este ejercicio que acabas de realizar es un primer paso sencillo hacia el autocuidado. Al tomarte unos minutos para conectar con tu cuerpo y explorar tus emociones, estás iniciando el proceso de restaurar el equilibrio mente-cuerpo. Si sientes que has identificado áreas de tensión o emociones que requieren más atención, es importante no ignorarlas.
En nuestra vida acelerada, el autocuidado es una necesidad, no un lujo. Es hora de integrar esta idea en tu subconsciente y motivarte a tomar acción hacia tu bienestar. Al igual que alimentamos nuestro cuerpo con comida, también debemos alimentar nuestra mente y espíritu con prácticas que nos nutran.
Si crees que podrías estar sufriendo de desconexión y desequilibrio emocional considera explorar más terapias holísticas que profundicen en este proceso de sanación. Reserva una sesión conmigo hoy aquí.
Pensamientos finales
Creo firmemente que somos un espíritu en un cuerpo físico y aunque muchas personas pueden simpatizar con esta idea y hasta decir que se identifican con ello, no hay una integración real de lo que eso significa en sus vidas.
A veces pensamos que estar abiertos a hablar de emociones o leer un libro de desarrollo personal es para personas vulnerables con inestabilidad emocional o incluso para gente ociosa que vive en un mundo de fantasía.
No hay que confundir la amabilidad con la debilidad. Ser una persona consciente de su propio ser y necesidades es de hecho una fortaleza.
Así que si identificas en ti síntomas o patrones repetitivos no resueltos, quizás es hora de comenzar a integrar prácticas holísticas de autocuidado y bienestar a tu estilo de vida. ¡Anímate a vivir una vida de conexión y poder! Haz clic aquí para descubrir nuestras opciones.
Mucha PAS,
Mirgery Medina
Terapeuta Holística & Fundadora